Sigo corriendo en círculos, llegando al mismo sitio, sin continuar ni avanzar, con los mismos miedos que hace años. ¿Y para qué? Para nada, para acabar en un punto que no desemboca en ninguna parte y del que no sé salir, o sé pero no estoy con motivación suficiente para hacerlo, pues cada vez que empiezo me quedo a mitad de mi tarea y lentamente acabo en el punto de inicio. Así una y otra vez.
Tengo miles de cosas que deseo decir y al mismo tiempo ninguna, porque no sé si las siento, porque no sé si las sienten. Echo de menos que algunas cosas sean como antes y que otras se queden como están, sería mucho más perfecto todo si fuera así. Me he negado miles de sentimientos que se quedan encerrados y no salen, no lloran, no ríen, no continúan. Simplemente permanecen mitad vivos, mitad muertos.
Ojala pudiera deshacer los cabos sueltos que he ido dejando, cada uno de ellos, a la vez y al mismo tiempo por separado, pero sé que no seria capaz de llevarlos todos. Quiero y no quiero. Y lo que de verdad deseo, lo que he estado anhelando todo este tiempo y por fin he conseguido, está mal visto por la mayoría de las personas que me importan. Así que a aquellos que no les gusta me dan igual, y los que lo aceptan están ahí, como siempre, esa única persona, realmente. Pero por otra parte sé que esa mayoría que piensa que soy un poco tonta, es porque soy un poco tonta. No tengo ni un cuarto de la vida de muchos, más me vale ser así, algo estúpida ahora, y no cuando crezca.
Ojala aquellos a los que no les digo lo que siento, esos a los que echo de menos, sepan que soy así, un poco tonta, pero en realidad les quiero.