domingo, 22 de enero de 2012

Cuando muera...

No tengo claro lo que quiero hacer antes de morir, pero seguramente pediría algo imposible como volver a ver a mi madre (¿demasiado típico?). Lo que sí sé es que desearía que mi nombre fuera recordado, aunque hay dos formas: la mala y la buena.
Yo me decanto por la segunda, aunque verdaderamente pocos me conocerán de verdad, pero solo con que ellos me recuerden como una "buena chica", todo habrá merecido la pena.

En realidad no me da miedo la muerte, ni lo que ocurra después de ella. Vaya a dónde vaya, incluso si desvanezco, estaré bien; estoy segura. El daño que pueda suponer a las personas que me quieran es lo que me apena. Espero que no se arrepientan de nada.
Muchas veces sale el que alguien muere después de una discusión y la persona se siente mal por no saber lo que sienten por ella... Tranquilos, si esto sucede, desapareceré sabiendo lo que sentís, no os echaré nada en cara, recordaré lo bueno antes de irme...
Y, si queréis decirme algo, atar un papelito a un globo y enviarlo hacia arriba, dejar que suba. Prometo que, pase lo que pase, lo leeré.
Por muy tonto que os parezca, aunque suene infantil, un acto tan simple me dirá más que ninguna lágrima.

Como sé todo esto también tengo claro que quiero hacer a personas felices aún después de mi muerte, como intento ahora, que sea igual que si siguiera viva.
Esa es la razón que me lleva a donar mis órganos: el que otros puedan disfrutar de ellos, y vivir, ¡es algo maravilloso, nunca os lo perdáis!
Y el que más significado tiene es mi corazón, mientras alguien lo tenga, una parte de mi seguirá viva.

Os pido que no detestéis a quién vive gracias a un suceso como es mi defunción, al contrario, me gustaría que supiera de mi si lo desea. No dudéis el contarle lo que me ha llevado a salvarle.

Y nunca me olvidéis... Esto no quiere decir que tengáis que llevarme flores a la tumba, ya sabéis lo que pienso de ellas: es solo una fría piedra que representa lo que hubo y ya no está.
Por eso yo siempre voy a estar con vosotros, en vuestros corazones, atrapada en una fotografía de un bonito de recuerdo o con mis palabras plasmadas en un trozo de papel.

Una última cosa: no temáis por mi, soy y seré feliz.

2 comentarios: